Queridos compañer@s:
Hemos necesitado un intervalo de tiempo para poder dirigirnos a vosotros; no es fácil poder ordenar las ideas para transmitir el sentir por el fallecimiento de Antonio León, gran amigo y compañero desde hace más de 20 años.
En Julio de 1994 Chano me animó a que contactara con su amigo Antonio León, a propósito de acudir al encuentro de profundización en terapia familiar que IEFCOS (Instituto de Terapia de Familia de Roma) llevaba a cabo durante un par de semanas en Roma. Por circunstancias familiares Chano no podía acudir pero nos puso en contacto. En la Estación de Santa Justa de Sevilla (justo frente al hotel donde impartimos actualmente los cursos), se produjo nuestro primer encuentro; supe desde el primer instante que surgiría entre ambos una gran amistad, había algo que nos conectó nada más vernos.
Dos años después (1996), nació la escuela relacional sistémica Caleidoscopio, el proyecto que con tanto empeño, ilusión y amor hemos llevado a cabo los tres; más de 20 años compartiendo nuestras vidas, cada uno de nosotros con nuestro particular “ser”, pero con un acople perfecto que ha hecho que seamos una familia, donde el compromiso, el apoyo y la complicidad han creado el vínculo, que ahora en estas circunstancias, nos está generando tanto desasosiego y dolor.
Antonio León ha sido una persona muy especial, su inteligencia, naturalidad, creatividad, desparpajo e intuición lo han convertido en un artista como terapeuta, pero además su honestidad y nobleza lo ha hecho ser un compañero y amigo del que es difícil separarse sin sentir la tristeza que nos embarga en estos momentos.
Es fácil ante la muerte de alguien convertirlo en un ser perfecto, no es el caso, si algo caracterizaba a Antonio es un montón de virtudes y defectos, pero que diluidos con la arrolladora personalidad que tenía, lo transformaban en un ser que nunca pasaba inadvertido y que dejaba huella, que te aportaba cosas, que te transmitía vitalidad y que sobre todo quería a las personas que conocía, facilitaba la reflexión y el crecimiento personal. Antonio era por encima de todo vital, por eso su muerte es tan desgarradora, porque se ha producido en un ser que le gustaba vivir, que no podía estar quieto, que no acababa con una idea/proyecto para empezar otro, que le gustaba viajar, explorar, participar, en definitiva sentirse vivo.
Caleidoscopio hoy está de luto, pero queremos transmitiros que él ha muerto, pero su proyecto está más vivo que nunca; las semillas están sembradas, su legado y su impronta está, y tanto Chano como yo seguiremos comprometidos e ilusionados con la labor docente que con tanto empeño hemos llevado a cabo los tres. Estar vivo es tener proyectos, el que nos ocupa nació en el año 96 por tres personas, y seguirá con la ausencia física de Antonio, pero continuará con su impronta, su legado y toda su fuerza.
Caleidoscopio mantendrá vivo el recuerdo y la huella que esta persona tan especial ha dejado, seremos los que nos hemos quedado junto con vosotros, los que mantengamos vivo el proyecto de la escuela.
Os agradecemos a todos la comprensión, el respeto, y el cariño que nos habéis dado durante este año tan duro y complicado.
Para nosotros es una gran satisfacción el constatar que Caleidoscopio es una gran familia.
Un abrazo a tod@s
Cualquier persona que lo desee pueda escribir abajo sobre Antonio, lo que significó para él/ella, o los recuerdos que le dejó.
31 Respuestas
· Esther Ontanilla Reyes dice: 17 septiembre, 2017 a las 21:25 Lamento enormemente está sobrecogedora y triste noticia. Antonio era una gran persona, un terapeuta y un maestro excepcional. Divertido, profundo, creativo… una persona inmensa que no cabe en unas líneas. Mi apoyo más sincero a su familia y, por supuesto, a Chano y Toñi.
- Patricia Delgado dice: 19 septiembre, 2017 a las 15:24 Lamento enormemente la partida de Antonio, que no su pérdida, porque no es una pérdida cuando alguien deja una huella tan viva en cada persona que lo ha conocido…Con Antonio me unía una historia vital parecida, y él supo calmarme y enseñarme a cuidarme cuando no sabía hacerlo por mí misma…Me encantaba la forma mágica en que enlazaba la lectura, una de sus pasiones, con la docencia y la terapia…en su honor intento hacer lo mismo en mi pequeña parcela…Antonio, te recordaré siempre que lea a Paul Auster, cada vez que una frase contenida en un libro me haga estremecer y sienta que me enseña algo de la vida…
Tony y Chano, no sé cómo expresaros mi sentir, y mi admiración por vosotros…el modo en que habéis sostenido Caleidoscopio, cómo nos habéis incluido en el saber de Antonio…desde la lejanía las palabras no me llegan, pero os mando el abrazo más cálido que puedo, de esos que intentan reconfortar y acompañar. Con vosotros sin duda Antonio seguirá formando parte de Caleidoscopio y de todos nosotros.Patricia.
· Inmaculada Rodriguez dice: 17 septiembre, 2017 a las 21:30 Me llena de enorme tristeza la pérdida de Antonio, aunque por otro lado me llena de alegría el poder haberme formado y aprendido de su experiencia tanto profesional como humana. Siento que no pueda seguir acompañandonos en nuestro camino como terapeutas familiares pero sé que a mi me acompañará en algunas de mis sesiones. Alguna que otra vez, pude darle algun dolor de cabeza pero siempre atendió mis peticiones y me ayudó a reflexionar. Me alegra escuchar que la escuela sigue adelante, aun habiendo finalizado mi formación, siento que pertenezco a caleidoscopio y así será siempre. Aqui estoy si necesitasen de mi. Un abrazo enorme.
· Alba Gamero Trujillo dice: 18 septiembre, 2017 a las 6:29 Mi más sentido pésame. Afortunados/as los/as que hemos podido tener la oportunidad de escucharlo, y de recibir todo lo que ello conlleva. Antonio, persona excepcional y única. -«Facilitaba la reflexión y el crecimiento personal» (Tony). GRACIAS ANTONIO LEÓN!Gracias Caleidoscopio!
· Trini Martínez dice: 18 septiembre, 2017 a las 7:08 Aún me cuesta creer que se ha ido…, yo también me siento parte de esa gran familia «Caleidoscopio» y nunca tendré suficientes palabras de agradecimiento por lo que ha supuesto en mi crecimiento y formación como persona y terapeuta.Os acompaño y comparto vuestro dolor. ¡Para mí Antonio León era muy Grande!, un Artista en todos los sentidos! Una gran persona y un gran Maestro que pasó por mi vida dejando luz y brillará en mi alma para la eternidad…, recuerdo momentos desde el inicio de la formación hasta en la supervisión cargados de humanidad y brillantez. Nunca olvidaré su chispa, su ironia y a la vez la sencillez, el respeto y la cercanía en el trato. Me ayudó con sus enseñanzas y cuestionamientos para seguir siempre aprendiendo y me encantaba escuchar sus reflexiones cargadas de sabiduría en la que no sólo se aprendía de terapia familiar sino que incluía el amor y la importancia de otras disciplinas; la pasión por la vida! Doy gracias a la vida por haberle conocido y una parte de él sigue viva en mí. Un abrazo muy fuerte a Toni y Chano y consuelo a su familia.
· Victoria Jiménez Romero dice: 18 septiembre, 2017 a las 7:09 Realmente me parecía especial, pero ingenuamente pensé que tendría tiempo de conocerlo mejor más adelante y siento que se ha ido antes de que haya podido aprovechar esa oportunidad…
· Marina Serrano dice: 18 septiembre, 2017 a las 10:12 por circunstancias de la vida, tuve que terminar mi formación dñecon vosotros pero si algo siempre recuerdo es lo involucrados que estáis, La calidad de vuestro trabajo, y la pasión que ponéis. Antonio es una de esas personas que no pueden pasar desapercibidas y que dejan huella. Que hacen que sientas la misma pasión por la vida que el sentía y transmitía.
Se le recordará siempre !
· Isa Coronel dice: 18 septiembre, 2017 a las 21:16 Guardaré el collage como me sugeriste, es para mi el recuerdo más palpable de tu magia en la terapia. Me quedo también con tu risa sonora y tu mirada cuestionando todo. Gracias Antonio de todo corazón, te echaremos muchísimo de menos.
Gracias a vosotros también Tony y Chano, sois admirables y mostrais una gran calidad humana. Vuestra escuela enseña muchas cosas y también, sistemica.
Un abrazo.
· Montse García Bonilla dice: 19 septiembre, 2017 a las 8:46 Acabo de leer la noticia compartida por otro gran maestro, Antonio Redondo Vera, y me gustaria dejaros unas palabras en recuerdo a us memoria; tuve la suerte de iniciarme en Formación en Terapia Familiar en Caleidoscopio, con vosotros en la época en la que desarrollé parte de mi labor como psicóloga de Servicios Sociales de la Sierra; durante años disfruté, aprendí y también sufrí en ese periodo en el que la formación fue un revulsivo en mi vida profesional y personal,y aunque abandoné el ámbito de trabajo en servicios sociales comunitarios, en mí ya habíais sembrado y calado todo lo aprendido, Creo que una vez más habéis sido capaces de describir y definir a una persona en su pleno y completo SER Y ESTAR en pocas palabras, ciertamente era una persona muy especial e intensa, que nunca te dejaba indiferente ,Psicólogo y Terapeuta con MAYÚSCULAS siento su pérdida, mi sentir a sus familiares, amigos y muy en especial a sus amigos y compañeros de la escuela de Formación.Un abrazo para vosotros dos.
· Loli González Gómez dice: 19 septiembre, 2017 a las 10:32 Las palabras se quedan cortas en muchos momentos… y más si es para describir emociones, sentimientos, ante perdidas de seres tan extraordinarios como este. Doy gracia a la vida por permitir que Caleidoscopio se cruzara en mi vida, y sobre todo,por conocer a alguien de tan extraordinadia y arrolladora personalidad y profesionalidad como la de nuestro Antonio León. Después de muchos dias, sigo emocionandome al recordarlo… y sonrio al recordar su sentido de humor, su carisma, su vitalidad, su calidad humana y su saber hacer como terapeuta… «Siempre fuiste un mago, Antonio», te llevare en cada paso de mi vida profesional, y en mi corazón. Un abrazo, allá donde estes.
· Mercedes Vergara dice: 19 septiembre, 2017 a las 14:50 Un día me dijo que estaba metida en un microondas.Os aseguro que no me gustó pero también te aseguro que lo he recordado muchas veces que he tenido que revisar mi trabajo profesional. Con el tiempo pensé que forma más elegante de decirme que un buen terapeuta debía ser paciente. Un tio ingenioso e inteligente. Como diría una amiga en tu mensaje has dicho el evangelio. Un beso para ti Toñi y para Chano
· M. Angeles dice: 19 septiembre, 2017 a las 17:47 Después de toda la formación he de reconocer la gran admiración que siento por los tres. A la vez que el respeto que me causaba Antonio, me sentía una hormiguita ante alguien tan grande, con tanta ingenialidad y con tanta facilidad para dar con el quick de la cuestión, y por lo tanto dar con tus debilidades. En junio de 2016 terminamos la supervisión con el, no puedo retirar de mi retina ese selfi que nos hicimos con el, me tocó supervisar con el y me alegro tanto de haber tenido ese privilegio¡,,,,,, Hoy os sigo respetando como los grandes maestros que habéis sido para mí, y si hablo de los tres en presente….porque es así como siempre estará Antonio….. y nos reiremos con sus anécdotas y de sus imitaciones de la Dolorosa, de la Macarena y de la Virgen de los Reyes con El Niño en brazos
Un fuerte abrazo a tod@s
· María Carmen Andrades dice: 19 septiembre, 2017 a las 18:01 Antonio León llegó un día a mi vida en un momento en el que me sentía tan hundida y pérdida mostrandome un rayito de esperanza con Caleidoscopio. Le vi como alguien apasionado con lo que hacía, con una visión diiferente de hacer las cosas y una mano tendida para emprender una nueva aventura. En ese momento me enganche. Creo que lo hevte
· María Carmen Andrades dice: 19 septiembre, 2017 a las 18:05 Creo que lo he tenido poco tiempo como monitor, pero me queda su pasión por la sistemica y otros dos grandes expertos, Chano y Toni. A ambos os envío mucha fuerza para continuar con este gran proyecto.
· Vanessa Portillo dice: 20 septiembre, 2017 a las 8:10 Me he quedado sin palabras, no tenia ni idea. Siempre recordare su genialidad y sentido del humor. Un maestro en toda la extension de la palabra. Mi mas sentido pesame y un abrazo muy fuerte para la familia y para vosotros.
· Esperanza Vergara dice: 20 septiembre, 2017 a las 16:35 Antonio, Chano, Toni… Caleidoscopio nos cambió a muchos el prisma a la hora de ver las cosas. Nos acompaño a muchos en momentos claves y nos ayudó a crecer como personas y profesionales, gracias por ello. Personas como Antonio hacen que la vida siga en movimiento. Siempre recordaré su energía y su ímpetu en sus enseñanzas. Ojalá hubiera podido darme un último abrazo y agradecerle el haber compartido tanto con nosotros. Él sembró y nosotros recogimos. Ánimo en estos momentos a toda su familia; a Chano y Toni y a todos sus allegados.
· Carmen Bértiz dice: 20 septiembre, 2017 a las 20:27 Me siento tremendamente privilegiada de haber conocido y tenido a este gran maestro que fue y es Antonio León. Me sumo a todo lo dicho por mis compañeros.
He coincidido con Antonio en dos momentos de mi vida, la primera fue hace años en la formación y después, años después, vino a mi centro de trabajo a supervisarnos como profesionales.El nos ayudo mucho, mucho, nos enseño una luz a la que nos agarramos y que nos ha permitido sobrevivir como equipo,… nos hizo reír de nuestra gran tragedia,…
Si algo quiero destacar de Antonio ha sido su tremenda franqueza para con nuestra profesión y en general para con la vida. Te traspasaba,… te leía,… con su mirada,… sus pausas,..con su verdad, buena y mala pero siempre verdad. Genial.
Desde aquí mi más sentido pésame a su gente, a su familia y amigos, y un enoooorme abrazo para Toni y Chano mis otros dos geniales maestros al que se suman mis compañeros.
· MARÍA JOSÉ CRESPO dice: 21 septiembre, 2017 a las 12:16 Antonio, sigues vivo entre los que te hemos conocido, entre los que tenemos la suerte de habernos cruzado en el camino.
Imposible olvidar tu vitalidad, tu sentido del humor, tu espíritu crítico, tu creatividad, tu genialidad,… tu cautivadora personalidad… Tu impronta como docente, como terapeuta y como persona quedará en nuestras vidas profesionales y seguro que también en las personales.
Agradezco tanto haberte conocido!!!
Un abrazo fuerte para los que, estando tan cerca de ti, quedan rotos de dolor con tu marcha. Tu recuerdo y tus enseñanzas nos quedarán hasta el final.
· carmen romero gallardo dice: 22 septiembre, 2017 a las 23:41 Nuestro querido Antonio, aún me cuesta creer que te has ido…esperaba tu vuelta, te imaginaba ya a salvo y fortalecido…victorioso León! contándonos tu azaña, esa salvaje experiencia recién vivida …con tus vaqueros negros y tu camisa oscura por fuera, mirándonos con esos ojos tuyos treméndamente vivos, chispeantes, preguntones y sabios… y nosotros embobados, afortunados, agradecidos…admirándote. Siento enorme tristeza y dolor, por tí, por tu familia y tus amigos, por Chano y Toni que te adoran, y por mí y por mis compañer@s que tendremos que retomarlo o terminarlo todo sin tí… He buscado en los archivos los correos que intercambiamos, preguntas, dudas, consultas…solo para volver a leerte y sentirte… he abierto las carpetas donde guardo con cariño los apuntes y las notas que tomé en tus seminarios para acariciar una a una, todas tus palabras, recordar tu voz, tu desparpajo, tus consejos, tus críticas…para mirarte una vez más entre las líneas y entenderte y asegurarme de no perderte. Querido Antonio, que suerte haberte conocido! Te llevo en el corazón y se que nos acompañarás siempre. Gracias por tu energía, por tu singularidad, por tu esencia…
· Carolina Suarez dice: 22 septiembre, 2017 a las 23:47 Buen viaje Antonio! Y gracias por todo! Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable. Hija mía es mejor vivir
con la alegría de los hombres
que llorar ante el muro ciego. Te sentirás acorralada
te sentirás perdida o sola
tal vez querrás no haber nacido. Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto
que es un asunto desgraciado. Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso. La vida es bella, ya verás
como a pesar de los pesares
tendrás amigos, tendrás amor. Un hombre solo, una mujer
así tomados, de uno en uno
son como polvo, no son nada. Pero yo cuando te hablo a ti
cuando te escribo estas palabras
pienso también en otra gente. Tu destino está en los demás
tu futuro es tu propia vida
tu dignidad es la de todos. Otros esperan que resistas
que les ayude tu alegría
tu canción entre sus canciones. Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti
como ahora pienso. Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo. La vida es bella, tú verás
como a pesar de los pesares
tendrás amor, tendrás amigos. Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio. Perdóname no sé decirte
nada más pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino. Y siempre siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso. «Palabras para Julia» José Agustín Goytisolo
· Iris Calero Santiago dice: 24 septiembre, 2017 a las 18:07 Hace unos días una compañera comentó que nadie puede entender lo que sentimos como alumn@s y que nos viene bien vernos y hablar entre nosotros, y me siento identificada. Antonio no era de mi familia ni un amigo íntimo,la última vez que lo vi fue en diciembre de 2016 en la comida que hicimos al finalizar la formación. Pero yo lo quería, os quiero a los tres, cada uno con vuestro «ser» como decíais, ha impactado en mi de diferente manera y él lo hizo. Vitalidad desde luego es una descripción fiel de lo que él entre otras cosas me transmitía. Recuerdo uno de los primeros seminarios que impartió en mi grupo que para mi fue un antes y un después, el ciclo vital familiar, y recuerdo también el último día que lo ví, fuimos juntos andando al restaurante y charlando me dijo que no se encontraba bien y le estaban haciendo pruebas (todavía no le habían diagnosticado el cáncer). En medio muchos seminarios y momentos. Al principio, aunque flipaba con sus clases, a veces me resultaba que tenía un alto ego, pero luego, cada vez fui viendo su parte más humana y vulnerable y a quererlo. Siento una profunda pena,en cierta medida me siento huérfana, para mi los tres habéis sido figuras muy importantes a nivel personal y profesional en mi vida. Y aún me cuesta creer que ya no esté en este mundo. Os mando un abrazo a los dos, Chano y Tony, y mucho ánimo. Me alegra mucho saber que vuestra idea es continuar adelante con la escuela.
· Bibiana O.S dice: 24 septiembre, 2017 a las 21:27 Qué ganas tenía de volver a verte!!!!
Ahora, te veré en sueños.
Vuela alto,amigo, allá donde te lleven tus alas, vuela alto. (Vuelves a dar una gran lección con tu muerte…., hasta en el último momento maestro) Newatl te tewatl ne
· Carmen Rodríguez dice: 30 septiembre, 2017 a las 22:57 Antonio aún no puedo creer que te hayas ido. Tu partida me dejó impactada porque tenía la certeza de que te recuperarías. Certeza! vaya idea!…… negación! eso es lo que era! Ninguno de nosotros quería pensar semejante desenlace. La muerte estaba velada para la gente que queríamos seguir aprendiendo contigo, deleitarnos con tus paseos por la clase, reirnos con tus anécdotas, contagiarnos con tu estilo! Estoy triste, y también cabreada. Un hombre que generaba tanta energía y aportaba tanto a la vida…… que te vayas no es natural! He podido disfrutarte poco tiempo, pero mi amiga y Tony y Chano seguirán empapándome de tu esencia y tu sabiduría. Y te llevaremos en el corazón para siempre! Como decía un compañero el día que te fuiste, ‘siempre recordaremos el primer día que te conocimos y aquella madeja’. Para mí desde luego, aquella madeja tejió una red en la que tú fuiste la primera puntada y por eso siempre, siempre, formarás parte de nosotros. Ahora solo deseo que estés tranquilo, en paz, y que tu familia y tus amigos recuperen el aliento.
· Carmen Garzón dice: 3 octubre, 2017 a las 14:43 Sin duda era imposible permanecer indiferente ante la personalidad de Antonio, ya que para bien o para mal él nunca parecía dispuesto a permitirlo tampoco, no era propio de él ponerlo fácil. Por otra parte, creo que aproximarse desde su lado oscuro también le complacía, era algo así como parte de una puesta en escena dentro su juego social favorito, observando divertido y expectante entre bambalinas la reacción del otro.
En cualquier caso y aunque no siempre mostraba su lado más amable tuvimos la oportunidad de acercarnos y conocernos un poco mejor durante un maravilloso viaje de formación a Roma, toda una semana. Allí nació una cierta complicidad del mutuo reconocimiento como dos almas complejas y caleidoscópicas que alimentó en adelante entre nosotros una sutil corriente de consideración y de respeto. Compartiendo lo malo de lo bueno.
Un abrazo Antonio donde quiera que estés y hasta la próxima.
· Sergio Rejano dice: 4 octubre, 2017 a las 19:31 Lamento profundamente el fallecimiento de Antonio.
Mis condolencias a sus familiares y amigos y un fuerte abrazo para vosotros, Toni y Chano.
Que la tierra te sea leve, Maestro.
· Victoria dice: 9 octubre, 2017 a las 20:29 Hoy hemos ido al hospital donde trabajabas y donde tanto nos has escuchado, ayudado y hemos aprendido. Nos cuenta trabajo creerlo. Eres una persona que dejas huella difícil de borrar, que afortunados hemos sido al conocerte y que necesario es para este mundo personas como tu.
Mi niño desde el año pasado no ha habido una sola vez que fuera y preguntara por ti, y todos sus dibujos en las consultas iban dedicados a su amigo Antonio.
Hoy entre lágrimas hemos tenido que explicarle que te habías ido al cielo,… al salir de la consulta dije que hoy era un día muy triste, a lo que mi pequeño respondió que no me preocupara, que mi abuela y mi padre estarían con él.
El cielo volvió a ganar de nuevo una gran estrella. Tu luz es nuestro camino y todo lo que nos has enseñado lo seguiremos. Gracias allá donde estés.
· Lola Martín Fernández (Sevilla 12) dice: 18 octubre, 2017 a las 12:01 Querido Antonio:
Me encuentro desorientada ante un maremágnum de palabras que se me arremolinan por dentro y a las que me es muy difícil hilar para poder poner nombre a una serie de emociones que tu despedida provocan en mí.
Es difícil, es complicado… En realidad es absurdo. Alguien tan lleno de vida, con tantas cosas que contar, que decir… tan maestro. Porque eso eres Antonio, un gran maestro. Y digo eres porque para mí sigues siendo, porque mientras permaneces en los recuerdos ajenos, tu ser sigue aquí, aunque no estés.
La última vez que te vi fue en tu casa. Yo estaba en avanzado estado de gestación y quería examinarme antes de ponerme de parto en pleno examen y tú me pusiste en una silla, con un examen por delante y me ofreciste un café. Ibas con calzonas y camiseta, imagen que me resultó divertida pero que a la vez era como muy tú. Estuvimos hablando de muchas cosas con otra compañera que también andaba por allí y después me llamaste para decirme que había aprobado. Momentos en los que contabas tu fastidio por no poder moverte bien y lo que iba a costar mantenerte quieto en una cama de hospital.
La primera vez que te vi, fue en un seminario. Despotricabas sobre los Centros de la Mujer, la poca coordinación que tenían con el resto de equipos y la poca perspectiva sistémica. Me enfadé. De hecho, no me apetecía volver a seminarios contigo. Aún así, volví a acudir y te fui conociendo… y queriendo. Con esa admiración que una aprendiz tiene de un maestro, con la curiosidad de conocer a alguien que decía lo que le apetecía en cada momento. Y me encantó tu forma de ser.
Después llegaron los seminarios vivenciales. Y ahí, como sabías que podías, me pinchabas. Tanto que cuando llegaba a casa después de cada seminario, me encontraba a mi pareja completamente confundido y desconcertado preguntándose cómo volvería hoy a casa después de. Y esas bombas que me lanzaban me sirvieron. Mucho. Y comprendí la gran valía tanto personal como profesional que tienes y que me has enseñado muchas cosas, no sólo a nivel teórico.
Y entonces llegaron los exámenes… y me tuve que estudiar tus transparencias. Y no avanzaba. Y me perdía entre transparencias densas y cuyo contenido bailaba de un extremo a otro de la presentación. Y me volvía a mosquear…
Y después llegó tu adiós. Y me dolió. Y me duele (por eso no había escrito antes, porque no podía poner palabras). Y pienso que después de estos 5 años, he tenido la suerte de conocerte y de poder decir que estás alojando en la estantería de mi corazón en la que guardo a personas que me han enseñado mucho y que creo que no te lo he dicho nunca pero gracias por enseñarme tanto y gracias, en definitiva, por haber formado parte de mi vida (y seguir haciéndolo).
· Guego dice: 19 octubre, 2017 a las 7:11 Me gustaba volver a verte.
Me gustaba cómo me mirabas, cómo me hablabas…
Siempre era inquietante ese brillo en los ojos
Esos quiebros en las palabras, esas labranzas en el pensamiento. Has sido una mano amiga y sabia. En estos días me acuerdo de tí y sé que lo haré por siempre. Muchas gracias por todo y buen viaje.
· Isabel Barón dice: 28 diciembre, 2017 a las 18:26 No me lo esperaba….el pasado viernes me lo comunicó por casualidad una compañera de trabajo y … no me lo esperaba, sentí un golpe en el pecho, me resistía a incorporar la noticia.
Querido Antonio, siempre te agradeceré la delicada y honesta forma en la que orquestaste mi supervisión. Gracias por tu esfuerzo por ser y hacer mejores personas y por los intensos ratos (bueno y malos) que compartimos en Roma. A brillar….que son dos sílabas
· David Luengo dice: 6 abril, 2018 a las 11:21 Hace algunas semanas me encontré con una compañera de la formación en Caleidoscopio, me dió una alegría enorme saber de ella después de algunos años sin vernos, pero a los pocos segundos esa alegría se vió empañada por esta noticia, aún no soy consciente o no me lo creo. Reconozco que estuve varios días algo escéptico.
Quienes hemos estado con Antonio en el aula, los seminarios, el FOT, tomando un café o una tapa en los descansos, descubrimos a una persona vital, con energía que contagiaba hasta los días en los que llegaba uno con dolor de cabeza y cansado del trabajo al seminario, salía nuevo, porque era un contagioso porque hacía remover, porque hacía reactivar las emociones y las inquietudes que teníamos dentro. Era un culo inquieto que te hacía querer más, saber más, mejorar en recursos o simplemente descubrir lo que teníamos dormido y compartirlo con los demás.
Doy Gracias a Dios por haber disfrutado de su formación y de la vuestra, Chano y Tony.
Antonio siempre seguirá estando presente de una forma o de otra en nuestras entrevistas, terapias y en cierto modo nuestra forma de involucrarnos con los demás.
Gracias
· Sara Aycart dice: 6 septiembre, 2018 a las 9:59 Acabo de recibir la noticia y siento asombro y tristeza. Es bonito poder leeros a todos. Es evidente que Antonio no pasó desapercibido para nadie y que supo dejar huella. Creo que es un lujo lo que creastéis los tres y no dudo que podréis seguir adelante con este proyecto que a tantas personas forma y cuya formación se hace extensible a todas aquellas personas aquienes después atendemos.Y para esto solo tengo una palabra: GRACIAS.
A Antonio le envío un beso y un deseo de que su alma esté donde y como él quisiera. Y a vosotros, Toni y Chano, un cálido abrazo y mi deseo de que revierta para vosotros la fuerza, vocación y pasión que nos habéis transmitido. y que en vuestro proceso de duelo podáis colocar a Antonio en esa parte especial y de honor en el corazón donde os siga inspirando y acompañando.